top of page

FELIZMENTE SOLTERA


Creo que hoy en día poco hablamos de la importancia y lo indispensable que es la soltería. Personalmente, crecí viendo series y películas donde niñas de 12 y 13 años ya tenían novio o un chico que las estaba intentando conquistar. Desde pequeñas indirectamente nos enseñaron que para ser felices debíamos encontrar el príncipe azul, aquel que le daría sentido a todos nuestros sueños y anhelos. No sé si te ha pasado, pero comúnmente en reuniones familiares al afirmar que no se tiene novio o no se está saliendo con alguien la reacción general alude a la lástima, pero ¿Qué si te dijera que la soltería es de los regalos más subvalorados que tenemos hoy en día?


A mis 13 años conocí un muchacho que me movió el piso, ingenuamente me lancé de cabeza entregando mi corazón a alguien que poco sabía cuidarlo. Desafortunadamente, continué en ese vaivén de algo que ni siquiera era un noviazgo hasta mis 18 años, cuando me lastimé tanto que no me quedó otra opción que obedecer lo que Dios me había dicho desde un principio: “él no es para ti.” No había pasado mucho tiempo cuando un nuevo pretendiente apareció en la escena, tocando la puerta determinado a que esta abriera. Sí, ni siquiera le di un respiro a mi corazón antes de montarlo en la siguiente montaña rusa de emociones y efectivamente volví a lastimarlo aún peor que la primera vez, mi anhelo de tener a alguien sobrepasó mi capacidad de escuchar Su voz claramente.


Cuando terminé esa relación, por primera vez en 10 años me di el permiso de estar soltera, de sentirme cómoda con no tener a nadie ocupando espacio en mi corazón. No te voy a mentir, no fue tan sencillo como suena, tomó de decisiones radicales de mi parte y conversaciones muy honestas con Dios y en ese tiempo aprendí más de lo que esperaba.


1. La soltería es una decisión:


Contrario a lo que parece, la soltería no es una condición, es una decisión. ¿Por qué? Estar soltero no es simplemente no estar en una relación formal, es intencionalmente abstenerse de involucrarse emocionalmente con alguien. Es muy fácil decir que uno ha estado soltera estando con alguien que te habla bonito, te manda mensajito de buenos días y te sonríe cada vez que te ve. Pero pocas hemos experimentado lo que es estar realmente SOLTERAS, cómodas siendo sólo nosotras con Dios.


2. La soltería es un tiempo para conocerte a TI:


Cuando entramos a relaciones sin saber quiénes somos perdemos pedazos de nosotras mismas y peor aún nos moldeamos a ser quien pensamos que la otra persona necesita. No hay tal cosa como una media naranja, tú eres una naranja completa y deberías buscar otra naranja completa; es la única manera de encontrar algo sano y estable. Nuestra identidad no puede estar arraigada a otra persona, debe estar cimentada en aquel que nos formó, nos diseñó y nos conoce más que cualquier otro. Nos evitaríamos demasiado dolor si tan sólo nos dejáramos descubrir primero por aquel que nos dio aliento.


3. La soltería es crucial para una relación:

Alguna vez escuché a un pastor decir: “muchos problemas de las relaciones realmente son problemas de soltería.” Y, es cierto, lo viví en carne propia, hay tantas cosas que me hubiera evitado si tan sólo hubiera vivido mi soltería desde un inicio. Viendo en retrospectiva, habían heridas y faltantes en mi que no sólo lastimaron a la otra persona, pero me mantuvieron amarrada a algo que me estaba lastimando. Esas heridas generan patrones dañinos en nosotras y estaremos condenadas a repetirlos hasta que dejemos que Él los revele y los sane. El error de muchas de nosotras es que sin darnos cuenta entramos o buscamos una relación porque la necesitamos, bien sea para afirmar nuestro valor, llenar algún vacío, o simplemente por el hecho de tener a alguien. Pero es inútil y egoísta demandar que un simple ser humano repare y llene nuestros vacíos.


Entonces, ¿Cuándo estás lista para entrar en una relación? El día que la quieres más no la necesitas, el día que estás tan cómoda con quien eres que no es indispensable tener a alguien que lo reafirme porque Él ya lo convirtió en un pilar interno y eso es suficiente. Y la única manera de llegar aquí es llegando a estar felizmente soltera.


Con ternura,

Annie Bedoya





 
 
 

Comments


©2024 por Entre Nosotras Project.

bottom of page