Soy lea redimida # 4
- Jilary Castro
- 25 ene 2018
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 10 oct 2019
¿Haz sentido alguna vez que las historias de romance no son para ti? o ¿Que eres el imán a la felicidad ajena? o ¿Qué por más que lo intentes las cosas no se dan? Este post te puede ayudar.

Si no leíste el post anterior, te vas a perder un poco, así que te animo a hacerlo.
Lea hizo todo para que el la amara, se dedicó a pelear con su hermana, se dedicó a buscar estrategias para llamar la atención otra vez, cuando el verdadero problema estaba en ella. Tal vez tu hayas vivido lo mismo que lea, o tal vez no, quizás solo vives desesperada porque ese chico te note, pero no lo hace y cada vez que fracasas, lloras. Quizás estés cansada de esperar y sientes que debes hacer algo, buscas en Internet páginas sobre como "encontrar al chico de tus sueños" o escuchas predicas sobre "como hallar el amor de tu vida" e incluso deseas con todas tus fuerzas ser Raquel, intentas imitarla, suplantarla, actuar como ella, pero siempre serás Lea.
Me costó demasiado aceptar esta idea, es fácil ver en la vida cotidiana quienes son Raquel y quienes son lea, pensamos que algunas mujeres les es demasiado fácil, pero a decir verdad todas tenemos mucho de ambas, todas somos Raquel y lea, y todas merecemos un romance real.
A Lea le costó mucho entenderlo, espero que a nosotras no nos tome tanto; el problema no era que nadie se fijara en ella, el problema estaba en que ella no se fijaba en ella.
El problema estaba en que ella no se fijaba en ella.
SI, así como lees, debes ser tú la primera en darte el valor y en aprender a esperar, eres tú la que debe dejar de pelear con el tiempo, pues este no es tu enemigo, eres tú la que debe descubrir la grandeza que llevas dentro, en vez de estar comparándote con otras. Cuando decidas caminar con la frente en alto, cuando decidas caminar creyendo en ti, cuando por fin pongas a Dios como centro, dejaras de sentirte vacía y dejaras de desear ser Raquel y amaras ser Lea.
Para mi ella era increíble, quizás nunca nadie se lo dijo, tal vez todo el mundo la comparo, incluso su padre no la valoro, nunca nadie la vio pero yo hoy lo veo, no era el tipo de chica que todos desean conocer, pero que cuando conoces te dejan sin aliento, era el tipo de chica que tenía talentos escondidos, que era honesta, real, valiente; tan valiente que se disfrazó de otra, dejar de ser quién eres requiere valentía, un valor mal encausado, pero que demuestra su esencia (Aunque requiere más valor aceptar la realidad de quien tu eres. ACÉPTALO), Lea no era cualquiera, solo que dejo que las voces de afuera dictaran su identidad y se perdió de la mejor aventura de su existencia, paso demasiado tiempo luchando en contra suya en vez de hacerlo a su favor. Deja de luchar contra ti. Nunca dejes que alguien más te diga quién eres, o que intenten presionarte bajo la idea de que no tendrás un futuro brillante sino te casas, o si no eres madre; no estoy diciendo que esto esté mal, el plan de Dios son las familias, pero que estas estén cimentadas en la verdad, que cuenten un testimonio de amor verdadero, sacrificial, sincero, no de mentiras y patrañas. Ella pensó que si lo forzaba, que si lo intentaba con bastante empeño él se enamoraría de ella, pero no era así, nunca decidas dejar ser quién eres para que alguien se fije en ti, porque jamás serás suficiente, aunque desde el principio lo hayas sido.
Creo que por algo esta narración es tan detallada, sé que a Dios le interesa darnos lo mejor, sé que a veces no comprendemos lo que está haciendo, pero es un acto de fe creer que hará de nosotros lo que él necesita que seamos. Lea lo entendió tarde.
Nunca intentes comprar el amor, nunca busques artimañas para conquistar, no hay una fórmula que sirva, el amor es y punto, quien te va a amar lo hará sin importar como seas, no intentara cambiarte, no te presionara, el verdadero amor se da justo en el momento, es allí en esa delgada línea cuando descubres quién eres.
Lea era sinónimo de poca belleza, de una hija mayor que no era elegida, de una mujer que jamás era la primera opción y que al parecer jamás lo seria, ella era un recordatorio constante de todo aquello que nunca podría ser, pero que ahora entiendo que tampoco quiero serlo, porque sin importar lo que el mundo pudiese pensar de lea, ella también era el sueño de Dios, como lo somos cada una de nosotras.
Ella paso demasiado tiempo descubriendo como podía imitar a las demás, como podía agradarles, como llamar la atención, descubriendo cual era el estilo que mejor le sentaba, luchando con las cosas que al mirar en el espejo no le gustaban y nunca se dio cuenta que la balanza estaba a su favor, si era cierto, su hermana tenía un príncipe, pero ella tenia la vida por delante, tenia a Dios de su lado, si lees con atención mas adelante, veras que Dios se preocupaba profundamente por el dolor del corazón de lea, y no era cosa de ese momento, era de siempre, porque el siempre esta interesado en nuestro bienestar, hoy creo fielmente que cuando las cosas no se nos dan en el amor, es porque aun falta mucho por resolver y si crees que ya estas lista, esa es la mayor muestra de que no lo estas, porque jamás estaremos listas, el amor no se trata de una lista de requerimientos, simplemente se da, es así, natural, espontaneo.
¿No creíste que iba a terminar a si verdad? Pensaste que iba a decir que el se enamoro de ella, tal vez sí, pero nunca perdidamente, lo que si puedo decirte es que vale la pena que te enamores de ti, que te despiertes cada día y te mires al espejo y sonrías, que vayas por la vida con la frente en alto, sintiéndote completa, porque ya lo eres, solo una mujer vacía anda buscando algo que la llene,
Solo una mujer vacía anda buscando algo que la llene.
atrévete a descubrir lo que mas nadie, a soñar las cosas mas locas, canta sin miedo, ríete, mucho, escarba dentro de ti, haz una lista de cosas locas y hazlas, que cuando llegue el amor de tu vida te encuentre viviendo una aventura, porque de las mujeres de las cuales se enamoran son de aquellas que realmente están haciendo algo.
Y sí, me he sentido como lea, pero para mí ya no es una vergüenza, ni motivo de dolor, estoy orgullosa de ser una Lea redimida.
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