top of page

UN OASIS EN EL DESIERTO



¿Desierto? Esta palabra trae temor, no quisiéramos atravesarlo; pero cuán necesario es pasar por allí para crecer y madurar. El desierto no es eterno; es un lugar de transición, es un momento de la vida que nos hace más fuertes. ¿Cuál ha sido tu mayor desierto? ¿Cómo saliste de él? ¿Creciste o seguiste igual? Quiero compartir contigo tres formas por las cuales podemos llegar a atravesar un desierto.


1. Nosotras mismas decidimos ir al desierto:

Por malas decisiones, por nuestro mal temperamento, por el orgullo, por querer tener la razón siempre, por la falta de perdón y muchas razones más.

En Génesis 16:1-5 encontramos una historia muy conocida en donde podemos leer cómo Saraí decide entregar a su sierva Agar en los brazos de su esposo Abram para así tener relaciones sexuales porque ella anhelaba tener un hijo.


La historia cuenta que efectivamente Agar queda embarazada, pero comienza a despreciar a Saraí y entonces Saraí comienza a buscar culpables.

¿Te identificas con esta historia? ¿Razonas en lo natural, o le preguntas a Dios?


Ponemos nombres, fecha, lugar, nos desesperamos y no contamos con Dios y es allí donde nosotras mismas nos vamos rumbo al desierto.

Agar también fue al desierto porque no solo fue Saraí la que obró mal, ella también, sus malas actitudes y su altivez la llevaron allí. ¿Qué decisión o qué actitud has tomado qué te han puesto en el desierto?

Muchas veces nos creemos merecedoras, pensamos que las sabemos todas, que no cometemos errores.

Hay que reconocer, admitir y si es necesario pedir perdón. Dios no busca hundirte cuando estás en el desierto; Él quiere ayudarte a atravesarlo.

Medita en: Salmos 40:2



2. Nos tiran al desierto:

Situaciones ajenas a nosotras como: Una traición, tragedia, rechazo, abandono, enfermedad, malos negocios etc. Nuevamente estamos en el desierto y en este caso es por otras personas, por situaciones externas que no tenemos cómo controlarlas. Pero Dios también está aquí.

En Isaías 43:18 nos dice el Señor: Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy hacer.

No podemos quedarnos en el ¿Por qué? Ni en el pasado, vamos a creer que Dios hará algo nuevo. En este tipo de desierto debemos hacernos las preguntas correctas.


3. Dios mismo nos lleva al desierto:

En este caso más que en los anteriores Dios quiere tener un trato personal con nosotras para hablar a nuestro corazón, para formarnos, para que nosotras podamos conocer más su corazón.

Dios tiene lo mejor para ti, lo excelente, lo que viene de Él nunca te hará daño, Él nos lleva al desierto y nos muestra su hermosura, pero también saca de nosotras lo mejor.


Amate como eres, acéptate como eres, pídele a él en este momento que te muestre qué área de tu vida debes de rendirle a él. No llores más en silencio; deja que él te lleve al desierto, no seas necia y no tomes más decisiones en tus fuerzas, quita de ti el orgullo y todo impedimento que no te ha dejado conocer a profundidad el corazón de tu padre celestial.

Te animo a leer Cantares 3:6



ORACIÓN:

Señor Jesús, enséñanos a disfrutar nuestros desiertos y a verte obrar a ti en medio de ellos, oro por cada mujer que está pasando por un proceso difícil para que tu amor le permita ver que tu estas a su lado para ayudarle a salir de su desierto. En el nombre de Jesús, amén.


QUIERO RECOMENDARTE ESTA CANCIÓN: Una nueva canción. Abraham y Bethliza.


PROMESA: “El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.”

Isaías‬ 58:11


Con ternura


Lina Valencia



 
 
 

Comments


©2024 por Entre Nosotras Project.

bottom of page