Otra vez soy Lea
- Jilary Castro
- 25 ene 2018
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 8 may 2019
Para aquellas que han creído que el amor no tiene nada que ver con ellas.

Si no sabes quién es lea, te lo voy a contar, pero antes quiero hablarte de como muchas veces he sentido que soy ella y que camino en sus zapatos.
Es ese triste momento en donde te comparan con alguien y te fastidia, o ese momento en donde sientes que tienes actitudes de personas que realmente no te agradan, cuando quieres decir con todas tus fuerzas “ES QUE YO NO SOY ELLA” pero después de pensarlo con cabeza fría, te das cuenta de que si, por lo tanto, si te ha pasado algo así, presta mucha atención a esta narración.
Lea era la mayor de dos hermanas; en la cultura donde creció, las hermanas mayores se casaban primero, pero lea, no era como las demás, no era el tipo de mujer que al pasar todos los hombres suspiraban, ni tampoco se detenían; ella era más bien la chica que era amiga de todos, la que siempre pasaba desapercibida, al menos así la imagino, tal vez como la consejera esa que los chicos utilizan para hacer lo que llamamos en Colombia los "Cuartos"(Dícese de la persona que hace de cupido) ella era el tipo de mujer que miraba el romance de lejos y notaba como todos encontraban el amor, pero no nadie para ella; pero créeme ella era una buena muchacha, al menos todos se lo decían; la nombraron la "de la mirada bonita" es que aquellas que no somos conquistadas, siempre nos dan una frase de consuelo, es como el premio de consolación que te dice que sigas intentando o más bien esperando, es que ella no tenía algo especial, ni deslumbrante, tampoco un rostro angelical, ni una voz dulce, ella era una más del montón, tal vez hasta menos, porque estaba por debajo del promedio o al menos eso pensaba y se acostumbró a creerlo.
Al igual que Lea, yo me he sentido así un millón de veces, y sé que no soy la
única que ha pasado por la etapa en donde todos parecen enamorarse, de mis amigas, conocidas y pareciera que soy invisible, incluso ese incomodo momento en donde un chico te empieza hablar demasiado, te escribe, salen y de repente tú piensas "POR FIN" allí estas combinando su apellido con el tuyo, escogiendo vestido de novia e incluso hablando con todas tus amigas de él, pero al pasar de los días… te da la maravillosa noticia de que le gusta alguien más, o te pide que le ayudes a acercarse a tu mejor amiga o a una prima, quizás a una conocida; y justo allí todo se desmorona y sientes "otra vez soy lea" aquella a la que no eligen, aquella a la que no aman, es donde vienen pensamientos que te repiten que “algo está mal conmigo”, “no existe nadie para mí y simplemente el amor nunca me tocara”, empiezas a explorar la posibilidad de convertirte en monja y a buscar alternativas para no sentirte tan mal contigo misma; yo sé que se siente, yo he sido lea una y otra vez.
Quisiera decirte que las cosas terminaron bien para Lea, pero sería mentirte un poco, paso tiempo antes de que las cosas funcionaran para ella,
¿Recuerdas que dije que en su cultura las hermanas mayores se casaban primero? ¿quieres saber porque me he identificado con ella?
Pues imagínate que llego un hermoso hombre, imagínalo, tomate 3 segundos… (Alto, rubio, ojos azules; o si lo prefieres moreno, cabello negro o musculoso o tal vez chaparro, calvo y de gafas, hay que aprender a respetar todos los gustos, así que imagina tu hombre ideal) llega a casa de su padre y lo primero que dice es "Quiero casarme con su hija" Wow, tremenda emoción, (imagínate que te suceda esto), yo pienso en Lea detrás de una cortina escuchando y emocionada empieza a saltar, su hora había llegado, el hombre osado, el que por fin vería el tesoro que había ella estaba pidiendo su mano… hasta que escuchó las desalentadoras palabras TU HIJA MENOR; ¡QUE¡ era su turno, ya era su hora ¿Como así que su hermana? ¡Acaso estaba loco? Ella era la que merecía ser amada, de verdad ya era su tiempo. (En este punto ya no queremos ni siquiera imaginar, ni estar en los zapatos de lea)
Cuantas veces vemos a nuestras hermanas y no necesariamente hermanas de sangre, sino amigas, conocidas, aquellas que hasta en edad son más pequeñas, quizás menores en procesos que nosotras consideramos estar en ventaja, a estas las denominaremos menores y ellas encuentran el amor y aquí estamos nosotras paradas, viendo como caminan hacia una vida que nosotras solo soñamos, estas pueden ser amigas, primas, conocidas, chicas en redes que seguimos, incluso personas que nosotras hemos catalogado como NO PREPARADAS, pero son escogidas, hay un hombre profundamente enamorada de ellas y pues de nosotras no, y la única opción es disfrutarlo a través de los ojos de ellas. El problema con estas situaciones en que tienden hacer mella en nuestra autoestima empieza a definir ciertas cosas en nuestro carácter y personalidad y nos empiezan a dirigir a decisiones que no son sanas.
El romance que le toco observar a Lea fue penoso, para ella claro está, este hombre estaba profundamente enamorado de su hermana, y aunque digamos que no sentimos nada cuando nuestras amigas conocen el amor, simplemente nos engañamos, en el fondo del corazón está la pregunta de ¿Cuándo? y te lo diré, te contare cual es el secreto, Solo espera el próximo post.
Te animo a leer mas de esta historia en Génesis 29.
¡Si pensabas que la Biblia es aburrida, déjame decirte cuan equivocada estabas, tiene mucho drama!
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